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LA LEY 33-18 PONE A LOS PARTIDOS MINORITARIOS Y EMERGENTES EN CUIDADOS INTENSIVO

Por Lincoln Paulino.
Para febrero del año 2020, los dominicanos por primera vez, seremos convocados para elegir a través de la modalidad del voto preferencial a los nuevos regidores, según el municipio que le corresponda.

Este nuevo método consignado en la Constitución de la República, permitiría a los votantes elegir de manera directa su candidato de preferencia. Naturalmente, este nuevo modelo ofrece la garantía de que ninguno de los dirigentes de partidos políticos trataría de señalar o imponer, maniatar, presionar, reprimir, manipular o distraer la libérrima voluntad de los munícipes, dicho sistema de elección esta vez será aplicado para la elección de Regidores en los municipios y Vocales en los distritos municipales.

Siendo este nuevo sistema de elección preferencial más democrático que el de arrastre, no es menos cierto que la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, pone una serie de trabas que de alguna manera afectan la existencia y la participación de los partidos minoritarios y emergentes.

Específicamente el artículo 75 de la Ley 33-18 establece que por una de las siguientes causas un partido pierde su personería jurídica:

1) No haber obtenido por lo menos el 1% de los votos válidos emitidos en las últimas elecciones ordinarias presidencial, congresual, municipal o de distrito municipal correspondiente al mismo periodo electoral.

2) No haber obtenido representación congresual o municipal en las últimas elecciones generales.

3) No haber participado en dos elecciones generales ordinarias sucesivas organizadas por la Junta Central Electoral o habiendo participado en estas, por no haber alcanzado los porcentajes establecidos en el numeral 1 del presente artículo.

4) Por acto voluntario adoptado por los organismos internos partidarios correspondientes, acorde con lo establecido en los estatutos de la organización partidaria, agrupación o movimiento político.

5) Por fusión con uno o más partidos, conforme a la legislación electoral vigente.

6) Cuando concurra aliado y el candidato que es aportado en la alianza por la organización política no alcance a ganar la posición para la que se presentó para candidato, ni alcance el porcentaje requerido en el numeral 1 de este articulo.

Este último acápite del artículo 75 de dicha ley que es el número seis (6) es el que según mi punto de vista pone en cuidados intensivos a los partidos minoritarios y emergentes, es decir mientras dicho artículo en sus acápites del 1 al 5 pone solo una condición para perder la personería jurídica el 6 pone dos en caso de que dicha organización concurra aliada, es decir que en ese caso tendría que sacar por lo menos el 1% de los votos válidos y también una representación congresual o municipal.

Inicie este articulo hablando del voto preferencial que se aplicará en las elecciones de febrero del año 2020, porque el sistema de arrastre le daba más posibilidades a los partidos minoritarios y emergentes, ya que con el voto preferencial no es fácil competir con los partidos mayoritarios que además de tener estructuras más grandes, también cuentan con más recursos económicos que pueden usar a discreción, a pesar de los controles que pueda establecer la junta central electoral.

Los partidos minoritarios y emergentes que concurran sin alianzas en el nivel congresual y municipal deberán alcanzar el 1% de los votos válidos, para poder mantener su reconocimiento oficial después de las elecciones del año 2020 o están condenados a desaparecer del sistema político y electoral dominicano.

Es decir que los que concurran con alianzas en esos dos niveles antes mencionados, entonces tendrían que obtener el 1% más un escaño en el congreso o los municipios.

Para tener una idea de la realidad electoral en términos de la participación de los partidos minoritarios y emergentes. Daremos una ojeada a los resultados electorales de los comicios del año 2016, que claramente evidencia que 18 de los 26 partidos participantes en dicho proceso no alcanzaron el 1% de los votos.

Estos son: Unión Demócrata Cristiana (UDC) que obtuvo 20,712 votos equivalentes a (0.45%); Partido Cívico Renovador (PCR) obtuvo 39,071 votos (0.85%); de los Trabajadores Dominicanos (PTD) 16,687 votos (0.36%) Partido Socialista Verde (PASOVE) 14,897 votos (0.32%); Popular Cristiano (PPC) 13,874 votos (0.30%); de Acción Liberal (PAL) 13,738 votos (0.30%); Demócrata Institucional (PDI) 6.315 votos (0.14%); Liberal Reformista (PLR) 17,712 votos (0.38%); Demócrata Popular (PDP) 6,751 votos (0.15%); Partido Nacional Voluntad Ciudadana (PNVC) 4,779 votos (0.10%); Partido Revolucionario Independiente (PRI) 6.054 votos (0.13%).

A estos se le suman el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) con unos resultados de 8,264 votos para un porcentaje de (0.18%); Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC) 20,423 votos (0.44%); La Fuerza Nacional Progresista (FNP) 16,283 votos (0.35%); Dominicanos por el Cambio (DXC) 29,424 votos (0.64%); Frente Amplio (FA) 27,536 votos (0.60%); de la Unidad Nacional (PUN) 5,678 votos (0.12%) y Alianza por la Democracia (APD) 16,256 votos (0.35%).

Estos números deben llamarnos a reflexión en nuestra condición de dirigentes de esas organizaciones políticas que están calificadas como minoritarias y emergentes, porque de haber estado vigente la ley 33-18 en el año 2016 hubiesen desaparecido del sistema político dominicano, más del 50% de los partidos existentes.

Soy de criterio de que los partidos políticos fortalecen la democracia de los pueblos y no deben desaparecer y estoy convencido de que estas trabas puestas en la ley no son casualidad, sino que responden a un plan a los fines de llevar al país a un sistema de no más de dos o tres partidos políticos.

Es por todos conocido que los partidos emergentes y minoritarios obtienen mejores resultados electorales en el nivel congresual y municipal, sin embargo, la Ley de partidos limita las alianzas al 20% incluyendo las reservas y esto los pone en dificultades por estos no tener capacidad para competir con los mayoritarios en las candidaturas a diputados, Alcaldías, regidurías y vocales.

Creo firmemente que la posibilidad real que existe de sobrevivir a esta prueba, es que dejemos el confort de nuestras oficinas y salgamos a las calles y comunidades a realizar el trabajo político, a los fines de lograr los votos necesarios para continuar siendo parte del sistema de partidos políticos de la República Dominicana.

También creo que cada uno de estos partidos debe confesional su boleta electoral en cada provincia y cada municipio y si algunos tiene la voluntad de participar aliado lo correcto es que lo haga solo en el nivel presidencial y así su reto sería solo uno “LOGRAR EL 1% DE LOS VOTOS VÁLIDOS.

Lic. Lincoln Paulino.
Abogado y Dirigente Nacional del Partido Cívico Renovador (PCR).

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