Por Jarlen Espinosa.
Santo Domingo Norte, RD. – Rafael Antonio Burgos Morillo, es alguien que se ha convertido en un personaje pintoresco de la política de Santo Domingo Norte, es de todos y de nadie al mismo tiempo, puesto que, tal como lo indica su apodo «La Bocina», suele ovacionar en público a las distintas figuras políticas de los partidos para ver si le dejan caer su «boronita», el típico «loco sano», un «infeliz» como dirían muchos.
«4 AÑOS MÁS, ESE SI ES BUENO, EL ALCALDE QUE REPITE, ELLA ES, EL GERENTE QUE CUMPLE», son algunos de las ovaciones en la voz de La Bocina, que se ha escuchado resonar en las distintas actividades, la alcaldesa Betty lo sabe, a ella también la ha exaltado.
Hoy, La Bocina ha trascendido del ambito local al nacional, luego de haber saludado durante una actividad al senador de la Fuerza del Pueblo (FP), Omar Fernández, lo que le costó su empleo en el Ayuntamiento de Santo Domingo Norte (ASDN).
Él era el parquedor del ASDN, función por la que debengaba un sueldo de RD$ 8,000.00 (ocho mil pesos) que, con los descuentos, eran menos de RD$ 7,500.00.
¿Quién sobrevive con siete mil quinientos pesos en RD?
Bien dijo el presidente Luis Abinader que los sueldos de algunos servidores públicos son «indignantes», el de La Bocina es un claro ejemplo.
¿Por qué digo que la alcaldesa Gerónimo no es tan humanitaria como han querido venderla?
Desde su llegada a la alcaldía, el aspecto «humano» ha sido el recurso a explotar de parte del equipo comunicacional de Betty, jugar con los niños, repararle una que otra vivienda a un par de doñitas, los abrazos, los perritos, etc…
Sin embargo, lo ocurrido con La Bocina no solo desenmascara esa inflada imagen, sino que además, pone en tela de juicio la empatía de la alcaldesa y hasta su capacidad como lideresa.
Y es que una de las cualidades de una persona humanitaria, es precisamente su nivel de empatía, colocarse en el lugar de los demás y entender sus situaciones e incluso formas de ser, actuar y de pensar.
Una lideresa real entiende eso, tiene la capacidad de comprender los comportamientos de los individuos según sus orígenes, niveles académicos y culturales.
Un buen estratega de comunicación le habría recomendado a la alcaldesa buscar a La Bocina y hacerse un videito caminando con él abrazado y preguntándole ¿quién es la mejor alcaldesa? ¿cuál es la mejor gestión que ha pasado por este municipio? Y todos se imagínan lo que habría hecho La Bocina, desplallarse en elogios hacia la alcaldesa, él es así, es su naturaleza.
Pero claro, el equipo de comunicación de la alcaldesa solo saben embarrarla, raro es que peguen una…
Me imagino a quien le mostró el vídeo y le aconsejó la cancelación de Rafael Antonio Burgos Morillo, incapaz de medir consecuencias.
Y ahí están las consecuencias, el mayor de los sonidos que halla tenido La Bocina.
Le daré una asesoría gratuita alcaldesa, repónga a esa persona y desarme sus adversarios, diga que esa cancelación no pasó por su despacho, no se verá mal parada, al contrario, recuerde que Luis Abinader a hecho lo mismo con ciertos proyectos cuando la gente no ha estado de acuerdo, y luce como alguien que «escucha».
De no hacerlo así, La Bocina será el aquiles por el cual sus adversarios irán por usted, por ejemplo, «Con la rapidez que canceló a Bocina cancele el lodazal de tal sector, los tapones, los vertederos improvisados», etc.
Además, puede que su partido le agradezca no seguir aumentando la popularidad de Omar Fernández, si ellos actúan primero para sacar ventaja política a este tema, la culpa será suya.