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Por Jarlen Espinosa.
Santo Domingo, RD. – Más antes debió el presidente Luis Abinader obviar la actividad que tenía prevista a realizar con su organización política, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), no solo porque «el horno no está para galletitas», sino también, porque se trata de un evento que lo aisla de todo aquellos dominicanos que sencillamente no son perremeístas.
«El presidente de todos», es lo que se supone que representa el actual mandatario de la República Dominicana, pero, tomando en cuenta el hecho de que no hizo la tan histórica rendición de cuentas que realizan los presidentes cada 16 de agosto, el presentar sus obras de gobierno desde un escenario solo de los perremeístas, dejaba de ser un compromiso de Estado para convertirse en una actividad política.
Además sería el colmo…
Con un país ardiendo en llamas a nivel nacional con el asunto de los abusadores apagones, no es de inteligentes gastarse unos millones en el montaje de un evento para mostrar los «avances» del PRM.
Y es que, son más los atrazos que el pueblo ha estado sintiendo en carne propia, porque aunque se habla de un «crecimiento económico», a miles de familias dominicanas les sigue dando trabajo llegar a fin de mes.
Entre un lío y otro, gateando hasta el día de cobro, dinero que dura en las manos lo que la felicidad a un pobre.
Una calor agobiante, apagones por doquier, un año escolar sin cupos en decenas de centros escolares, falta de aulas, padres buscando prestado el dinero de los útiles escolares, hospitales cada vez más descuidados, Metro de Santo Domingo destartalándose, problemas en SENASA, INABIE…
No ombe no…
Presidente, no es suspender la actividad que tenía, olvídese de eso y concéntrese en quitar a la recua de incompetentes que tiene en el tren gubernamental.
