Por Jarlen Espinosa
Dramática sería quizás la palabra que podemos utilizar para definir la situación de Gleny Matos, quien vive con sus once hijos entre dos cañadas, en una zona boscosa en las cercanías del rio Ozama, en una casa ajena.Supe de Gleny a través de la Presidenta de la Junta de Vecinos La Solución, Fani Díaz, en medio de las denuncias que ella realizaba en torno a la situación en la que viven los moradores de la C/Privada en la Barquita Norte.
Fani me hablo de Gleny a quien de inmediato quise conocer.
Saltamos algunos charcos para tomar el camino que nos llevaría hacia la casita en la que vive la joven junto a sus once hijos.
El «caminito» era de esos que son estrechos y muy boscoso, quienes han visto películas relacionadas con culebras le vendría a la mente que no sería difícil encontrarse con alguna, puesto que el hábitat aparenta ser propicio.
O quizás sientan la sensación de que están transitando en medio de la selva, tal como lo sentí yo.
Durante caminábamos hacia la casita Fani Díaz nos narraba la situación de la joven y de la forma en que ella suele aportarle un poco de comida, por medio de Dayana Espinal y su Fundación Hambre Cero.
¿Quién nos recibió al llegar?
Al llegar fuimos recibidos por los ladridos de un perrito, la casita de zinc que hacia contraste con el lodo, fruto de las recientes lluvias.
Y allí estaba Gleny con un ánimo aparentemente desorientado.
Sentada frente a una de las cañadas, exactamente ante la cañada que divide La Barquita Norte del Manguito, en Sabana Perdida.
Tres sillas plásticas, una desocupada, otra con una niña de unos cuatro o cinco años y frente a ella su madre, Gleny Matos, quien cargaba a un pequeñito de unos ocho meses, totalmente desnudo.
“El proyecto de la Barquita el gobierno tiene que ampliarlo para acá, porque aquí hay muchas necesidades, por lo menos que nos sedan doscientos apartamentos o con doscientos cincuenta nos conformamos”, expreso Fani Díaz en medio de la realidad de Gleny Matos.
Ya habíamos dicho al inicio que la casita en la que habita esta madre junto a sus once hijos es prestada, pues en vista de que el Presidente Danilo Medina incluyó a 98 familias en el proyecto de La Nueva Barquita, el dueño de la casita considera que podría resultar beneficiado.
Al preguntarle sobre su situación la joven de 33 años, relata no tener un techo donde vivir, ya que el que le habían prestado ya se lo está exigiendo el propietario, luego de haberlo habitado por tres años.
Mientras que según expresó la madre de los once niños, su esposo es “chiripero”, por lo que espera recibir la ayuda que le puedan facilitar las autoridades.
Les dejaremos con el siguiente video elaborado por Noticias SDN, en donde se detalla más esta historia, y se puede observar las condiciones en que viven dentro de la casita prestada, una madre con sus once hijos.